sábado, 28 de febrero de 2009

Comisión de festejos de los cien años

PRESIDENTE: Schonfeld, José Miguel.
VICEPRESIDENTE: Báez, María del Carmen.
SECRETARIA: All, Olga Haydee.
TESORERA: Rupani, Zulma.
REVISORA DE CUENTAS: Troncoso, Diana.
VOCALES: -Manterola, Javier.
-Galligo, Silvia.
-Izaguirre, Margarita.
-Zanetti, José Luis.
-Machiavello, Jorge.
-Posamay, Mabel.
-Gómez, Susana.
-Olivera, Silvia.
-Gutiérrez, Patricia.
-Forziati, Silvina.
-Bonzón, Patricia.
-Alessandri, Andrea.
-Delaloye, Teresa.
-Fioroto, María Carina
COMISIÓN HONORARIA:
DIRECTORES: -Dahlquist, Pedro.
-Zamboni, Alberto Remo
-Jacob, Fernando.
- Coronel, María Adela.
-Polak, Cristina.
-Freire, Graciela.
-Martínez, Raquel
-Amarillo, Olga.
-Lames María Curi.
-Cánepa, Delia
-Denaday, Raquel.
-Gastaldi, Hilda.
-Manzán, Delia.
-Camerini, Priscila.

Presidente comisión de los noventa años:
-Guerscovich, Ángel.

viernes, 27 de febrero de 2009

COMUNICADO
La Rectoría de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas “Ernesto A. Bavio”, comunica a los alumnos de Nivel Primario y Nivel Medio que inicia sus actividades el día 10/03/2009.
Los docentes de los niveles antes mencionados deberán presentarse el lunes 02/03/09 en
los horarios correspondientes.

miércoles, 25 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

Programa Acto Centenario

09-III-1909 "Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas "Ernesto A. Bavio" 09-III-2009
Domingo 08 de marzo:
  • 21:00 hs. Misa de Acción de Gracias en Parroquia Nuestra Señora de Pompeya, en memoria del Personal y Alumnos fallecidos.

Lunes 09 de marzo:

  • 10:30 hs. Acto Académico en el Establecimiento.

Viernes 13 de marzo:

  • 22:00 hs. Cena del Encuentro y Baile en Sociedad Sportiva.

sábado, 14 de febrero de 2009

Creacion Escuela Normal

A vos lector.

El presente trabajo intenta llegar a vos lector para hacerte partícipe de estos 100 años de nuestra Escuela Normal. Esta recopilación de datos te acercará a aquellos años de la fundación de la misma, de cómo se fue concibiendo la idea y de quienes la llevaron a cabo.
Para esta primera parte, tomé como columna vertebral el Tomo I de la Historia de Gualeguay del genial Humberto Vico. Poco hay que agregarle a tan somera y profunda investigación. Su pluma inmortal la dibuja con trazos muy finos y solo falta como él mismo dice “...entrecerrar los ojos...” para vivirla hace 100 años atrás.
Muy poco he agregado en definitiva a lo de Humberto. Casi resulta una copia textual.
Lo que si me pareció interesante para la segunda parte es un trabajo que conoció la luz hace algunos años llamado “Espacios Públicos con Historia, Gualeguay” cuyos autores son Nidya Rampoldi, Claudio Marcelo Piaggio, Daniel Gabriel y Patricia Miguez Iñarra y donde se pueden encontrar datos complementarios a lo apuntado anteriormente.
Espero lector, sinceramente que te sirva. Para que podamos descubrir juntos todo lo grande que ha sido esta Escuela y todo lo grande que puede seguir siéndolo.

Profesor Héctor Darío Jaime.

PRIMERA PARTE.

I
Las Raíces. La Escuela Graduada Mixta.

Algunos datos poblacionales de principio del siglo XX nos ayudan a situarnos en aquellos años.
“...La población durante estos años fue registrando las siguientes cifras: 1903, 25.512 habitantes; 1905, 26.435; y en 1910 se estimaba en 28.000...”
Nos adentramos ahora en aquellos tiempos, donde Humberto Vico relata los tiempos en que vivía la enseñanza.
“... En la enseñanza ocurren diversos sucesos de distinta naturaleza pero de importancia. Al comenzar casi la década del centenario, el 2 de julio de 1903, Gualeguay perdió a un prestigioso educador, don Federico Sardi. Murió a la edad de 87 años. Don Federico con el silabario y la cartilla en sus manos sirvió leal y tesoneramente a su pueblo. Había nacido en 1816 en el histórico año de la independencia y fue un maestro de vocación firme ejerciendo su apostolado docente durante casi medio siglo y en tan dilatado tiempo, consagró a sus tareas lo mejor de sus energías y todas sus fuerzas de su espíritu selecto al servicio de la educación.
El mismo año de la muerte de Sardi, Gualeguay acusó una marcada deserción escolar, pues sobre 4.201 niños en edad escolar, solamente concurrían a la escuela 2.394. Precisamente se pensó que esta situación podría ser mejorada con la inauguración del nuevo edificio de la escuela superior provincial “Graduada Mixta” edificio que más tarde, como se verá ocupará la Escuela Normal. Tenía una capacidad para 600 alumnos y fue construido por el arquitecto E. A. Zamboni sobre un terreno donado por la Municipalidad y costó a la provincia $ 102.304,66. La Graduada Mixta fue inaugurada el sábado 25 de marzo de 1905. La ceremonia fue prestigiada por la presencia del Presidente del Concejo de Educación, Don Manuel de Antequeda y el Fiscal del Superior Tribunal Dr. Marciano E. Torres, además del fiscal de Estado Dr. Vicente Zavalla y los doctores José Meneclier Y Salvador Rubert...Quedaba en pié la Graduada Mixta. Su edificio cedido más tarde al Ministerio de Instrucción Pública, sirvió para concretar otro paso más importante, para levantar otro templo que difundiría aún más luz de progreso y cultura: la Escuela Normal...”
“... En 1907 se fundaba el llamado “Instituto Franco Argentino” dirigido por el Prof. Antonio Reyes...Abarcaba la instrucción pública primaria, secundaria y comercial para varones. Preparaba también para el ingreso a la Escuela naval y al colegio militar. Se regía el instituto por los programas vigentes en los establecimientos oficiales e incluía cursos completos de dibujo, pintura y música. Se admitían alumnos pupilos, medios pupilos y externos y también se iniciaron cursos nocturnos para adultos en los que se impartían nociones de contabilidad...”
“... la iniciativa de Reyes fue bien recibida con visible muestras de simpatías, pues venía a satisfacer una evidente y creciente necesidad de nuestra juventud de entonces, como hoy llena de nobles inquietudes, necesidad puesta de manifiesto al proyectarse poco después la Escuela Normal...”


II
El artículo y el decreto.

“...Pero el hecho capital de la enseñanza lugareña, lo constituyó la firma del decreto nacional del 8 de marzo de 1909, que creaba la escuela normal de cuyos antecedentes nos ocuparemos. Esta Escuela Normal tiene para los hijos de Gualeguay un especial significado. Sus viejas aulas encierran largos años de la mejor tradición terruñera y han sido fraguas donde se han forjado las armaduras del saber y la virtud, que han adornado a muchos jóvenes nuestros y los han lanzado hacia fecunda acción creadora. Estas aulas han galvanizado el espíritu de cientos de maestros que han llevado la luz del abecedario a inhóspitos y apartados lugares, a los montes agrestes o a los desiertos páramos, en fin, hacia los cuatro puntos cardinales del país, aportando su valiosa contribución al progreso y engrandecimiento de la nación.
Gualeguay, tierra de poetas y artistas, se ha dicho más de una vez, y esa afirmación responde a una realidad que nos honra y enorgullece. Pero si bien es cierto que la tierra madre con secretos efluvios y vigorizante savia ha nutrido la inspiración del poeta e impregnado la paleta del pintor de luz y colorido, los que han ido y van esparciendo bellezas y armonías por los caminos de la patria grande, la Escuela Normal ha sentido la primera, el latir ansioso de inspiración de muchos de estos dilectos hijos de Gualeguay y contribuido a la formación de sus espíritus, dotándolos de las armas necesarias para la fecunda creación.
Cuando se inauguraba la Escuela Normal, hija del pueblo y concreción de un esfuerzo encomiable y mancomunado, Gualeguay asistía a uno de los hechos de mayor resonancia de su pródiga historia, por su profunda significación en el desarrollo cultural, no solo local y provincial, sino nacional, pues en aquel momento bueno es destacarlo, no eran numerosas las escuela normales en el país.
No fue extraño que fuese Gualeguay quien contara tempranamente con un establecimiento educacional de tal categoría, pues hemos visto a través de esta historia, la honrosa tradición escolar de nuestra ciudad.
La historia de la Escuela Normal se inicia el 26 de abril de 1907. Ese día entonces el periódico “El Debate” lanzó a la consideración pública la noble iniciativa: la creación de una Escuela Normal.
El artículo comenzaba haciendo apreciaciones sobre la misión del periodismo que no debe limitarse, expresaba, “a la crónica noticiosa, a las transcripciones, a la censura o al elogio”, sino ser extensiva a “iniciar obra de adelanto en el centro donde actúa, presentar proyectos de fácil realización o inducir a las autoridades a practicar esos mismos proyectos que caen bajo la órbita de sus atribuciones y de su custodia”, exponiendo a continuación la idea de la creación de una escuela normal en ésta, la que “vendría a prestar un señalado servicio a la juventud de Gualeguay”.
Manifestaba después que nos sería difícil su concreción si prestaban su colaboración las autoridades, legisladores y vecinos caracterizados.
Gualeguay se encontraba, como se ha visto, en inmejorables condiciones para merecer una escuela normal por su importancia como ciudad comercial, ganadera, agrícola e industrial, siendo de las primeras de la provincia por su ilustración y su cultura. Los únicos colegios de enseñanza media que existían en Entre Ríos eran los de Concepción del Uruguay y Paraná. Los jóvenes que terminaban sexto grado debían trasladarse a alguna de esas ciudades o fuera de la provincia, cuando sus padres eran pudientes, pero en la mayoría de los casos debían conformarse con terminar el ciclo primario, abandonando tempranamente sus estudios, frustrándose más de una esperanza y quedando troncha más de una vocación. La Sociedad Fomento Educacional costeaba algunas becas, pero ese noble esfuerzo resultaba claro está, insuficiente.
Gualeguaychú no hacía mucho tiempo había concretado una iniciativa similar debido al esfuerzo de sus hijos. Era entonces factible el proyecto en cuestión y solo bastaba para su realización disponerse a trabajar con amor y entusiasmo para alcanzar el objeto perseguido. El mismo artículo que comentamos, del 26 de abril, proponía la reunión del vecindario junto con las autoridades para constituir una comisión popular al efecto de hacer el correspondiente petitorio y efectuar los trabajos necesarios.
El 6 de mayo volvió “El Debate” a insistir sobre su iniciativa. Manifestaba haber encontrado aquella la mejor acogida por parte del vecindario, como así también de las autoridades del Concejo nacional de Educación las que ofrecían su concurso, siempre que el pueblo de Gualeguay y sus hombres realizaran una petición en forma.
Los Diputados Nacionales, Prof. Alejandro Carbó, Dr. Juan González Calderón y Dr. Adolfo Mugica interesados en el proyecto prometieron ayudar con su influencia a la realización feliz del mismo.
El periódico “Gualeguay” que aparecía los domingos en su educación del 12 de mayo adhirió a la iniciativa “porque –decía- es una obra de adelanto para la enseñanza pública que bien merece ocuparse de ella con muy buena voluntad”. Agregaba a continuación el dominguero: “En efecto, que le falta a Gualeguay para tener una Escuela Normal como la tiene Uruguay, y como la tienen Paraná. Nada. Le falta el trabajo de sus hombres que por su posición social, por su dinero y que por la autoridad que invisten, de halla en condiciones de pedir y conseguir. Si a estos hombres se agregan los educaciones y los órganos de publicidad que hay en la ciudad como ha dicho “El Debate” se conseguirá la escuela porque los inspectores nacionales han manifestado que no sería difícil esa instalación, siempre que el vecindario y los hombres influyentes se movieran. No puede haber mejor oportunidad para aprovechar la feliz iniciativa del colega “El Debate” si es que en el pueblo de nuestro nacimiento hay hombres de progreso que quieran de corazón a esta rica ciudad entrerriana”.
Era el artículo un vibrante llamado al amor propio y a los sentimientos de los hijos de Gualeguay.


III
La Asamblea y La Comisión.

Vista la auspiciosa acogida que la iniciativa había tenido y el interés despertado, fue entrevistado el Presidente de la Sociedad Fomento Educacional Don Gregorio Villanueva, el Intendente y otros vecinos de representación por el inspector Juan J. Nissen. El Sr. Villanueva resolvió hacer suya la idea y la Sociedad que presidía decidió prestar su más calurosa colaboración. Dispuso en consecuencia convocar el 14 de julio una reunión en los salones de la escuela nocturna “Colón” a realizarse el domingo 14 a las 14 horas con el propósito de intercambiar ideas sobre la mejor forma de encarar los trabajos para concretar la proyectada creación, que ya había ganado la calle e interesado vivamente a todos los sectores de la sociedad. La Fomento entendía y así lo dejaba expuesto en la invitación que publicó en los periódicos, que lo que debía resolverse en dicha reunión era “lo que se crea conveniente para peticionar del gobierno de la Nación la creación en esta ciudad de una Escuela Normal Mixta de Maestros”.
Eran días de ásperas luchas políticas, de intensa brega cívica, endurecida muchas veces por las profundas discrepancias de las ideas en pugna, que encendían las pasiones con ardoroso fuego, pero la noble finalidad perseguida disipaba toda rivalidad, allanaba todo eventual enfrentamiento pues, como dijo entonces “El Debate”, “los distanciamientos producidos por la lucha política, los antagonismos o rencillas personales y la pretensión de figurar como dirigentes en toda comisión que se organiza, deben dejarse de lado”, pues la iniciativa puntualizaba “El Debate”, “no es de uno solo, es de todos los seres bien intencionados que anhelan el engrandecimiento de la sociedad en que actúan”.”Llévasela a cabo –concluía- y no se averigüe el origen, que para hacer una buena obra, no se precisa buscar patente de invención”.
El miércoles 10 el periódico mencionado recordaba a la población “progresista de Gualeguay” que estaba en él deber de concurrir a la asamblea del día 14.
La reunión fue todo un éxito, evidente demostración del vivo interés despertado en la población. Inicióse el acto con la palabra del Sr. Villanueva explicativa del objeto de la asamblea. Se leyeron una nota de adhesión de vecinos de Rosario de Tala y un telegrama remitido desde Paraná por hijos de Gualeguay allí residentes. Se designó a continuación a una Comisión de tres miembros autorizada a elegir a los quince que se resolvió compondrían la Junta Directiva de la Asociación encargada de los trabajos necesarios para la realización de la bella idea”. Formaron la terna los señores Fortunato Solanas, Esteban C. Mucio y Francisco C. Paredes. Después de un breve cuarto intermedio se reanudó la asamblea, expidiéndose la comisión de los tres por la designación de estos miembros a los que se agregaron seis más: Martín Pagola, Joaquin Aguirrezabala, Gregorio A. Villanueva, Darío González Calderón, Eduardo R. Spangernberg, Fenelón Matorras, Pascual Griecco, Celestino Marcó, Justo Orueozabala, Ricardo Chapital, Anibal Chizzini, Francisco Quintana (h), Martín O. Parachú, Juan Badaracco, Donato Mendiburu, Domingo Schiaffino, Mariano Ballesteros, Carlos L Alumni, Luis B. Camilión, Cristina García y Fortunato Solanas. Lo más representativo de Gualeguay componía como se puede observar la gran comisión Pro – Escuela Normal. Era un anticipo de éxito. Por fin, la misma asamblea de trascendental importancia en los orígenes de la Escuela Normal de Gualeguay, eligió una comisión de propaganda que actuaría en Buenos Aires y la que sería a la vez intermediaria ante los poderes públicos integrada por los diputados nacionales Juan González Calderón, Adolfo Mujica, Carmelo Crespo, Francisco Barroetaveña y Alejandro Carbó. Se acordó asimismo poner al corriente de la constitución de la comisión popular y de las gestiones que realizara la misma al Sr. Gobernador de la Provincia D. Faustino Parera.
Ninguna dama formaba parte de la comisión, por ello “El Debate” sugirió al día siguiente que se nombrase una comisión auxiliar de mujeres, pues decía, serían muy útiles pues las damas y niñas “tienen grande influencia ante la sociedad y muchas veces lo que no nos es dado conseguir a nosotros los varones, les es más fácil realizarlo a las mujeres quienes con su amabilidad y delicadeza conquistan hasta el enternecimiento de los empedernidos tacaños”.
En su primera reunión la comisión Pro – Escuela Normal, el día 18 de julio, procedió a la distribución de los cargos, eligiéndose Presidente al Dr. Celestino Marcó, Vice al Dr. Joaquin Aguirrezabala, secretarios a D. Anibal Chizzini y D. Fortunato Solanas, tesorero a D. Donato Mendiburu y vocales a los restantes miembros. En la misma reunión se decidió dirigirse al Sr. Diputado Nacional Prof. Alejandro Carbó comunicándoles su designación en la referida comisión de propaganda y los resultados de la Asamblea Popular del día 14. se le expresaba en esa oportunidad la seguridad de que “Uds contribuirán eficaz y decididamente” en el éxito de aquella iniciativa popular, “asegurando ahora la sanción ante los poderes públicos respectivos y gestionando inmediatamente los recursos necesarios”.

IV
Bibiloni y Naón.
Mientras la comisión iniciaba como se ha visto su cometido con el auspicio decidido de la población, el periodismo entrerriano se prodigaba sin retaceos en apoyo al anhelo gualeguayense, que hombres progresistas prohijaban con tanto entusiasmo como interés. De esta manera se referían elogiosamente al proyecto en marcha. “La Lucha” de Paraná que manifestaba su afán porque la obra emprendida no se detuviera hasta su coronación; “El Nacional” de Gualeguaychú; “El Día” de Rosario del Tala; “Los Principios” de Gualeguaychú; “La Libertad” de Paraná; “El Censor” de Gualeguaychú; “El Tribuno” de Paraná; “El Bien Público” de Concepción del Uruguay; “La voz” de Victoria; “El Orden” de rosario de Tala; “El Progresista” de Nogoyá; “El Noticiero” de Gualeguaychú; “El Heraldo” de La Paz, etc.
Entre las muchas adhesiones y palabras de aliento que los integrantes de la comisión recibieron, podemos destacar, de las primeras la del Prof. Bernardo L. Peyret, quien desde Paraná dirigió
A D. Gregorio Villanueva una carta en unos de cuyos párrafos destacaba el alto nivel de progreso alcanzado entonces por Gualeguay y que hoy nosotros sus hijos debemos rescatar para sentirnos dignos herederos de aquellas generaciones del pasado que tanto hicieron por su pueblo y tan alto lo llevaron en la línea de progreso. Decía el Prof. Peyret en 1907: “la idea de la fundación de una Escuela Normal en Gualeguay es realmente simpática y factible, es más una necesidad: su posición territorial, los medios de comunicación, el desarrollo de la población escolar, el estado avanzado de la cultura social, las cuantiosas riquezas de su campaña, etc, etc, son a la vez factores que la reclaman y le darán impulso próspero en corto tiempo ya que a las iniciativas de este género, junto con los elementos de opinión se las acompaña con el concurso real, efectivo de los hombres ricos en primera línea y de los menores pudientes después”. También un núcleo de personas vinculadas a Gualeguay, desde Paraná se adhirió por medio de un telegrama, en el cual se destacaba la importancia de la proyectada creación.
La Comisión estableció contacto el 29 de julio con el Gobernador D. Faustino M. Parera mediante una conceptuosa nota, dirigida con la finalidad de interesarlo en el proyecto en marcha, haciéndole ver la necesidad que tenía Gualeguay de una Escuela Normal. La nota, que consideramos de gran valor documental, comienza con la nómina de los integrantes de la comisión y de la especial propaganda de la Capital Federal, para pasar luego a reseñar el estado de la educación primaria en el departamento, atendida por 19 escuelas distribuidas así: 16 provinciales, 2 municipales y 1 nacional (Ley Laínez), la poco antes fundada en Las Colas, las que como señalamos precedentemente, impartían enseñanza a unos 5.000 niños. Recalcaba la nota la necesidad de la creación de un colegio normal para los muchos alumnos que terminaban anualmente su enseñanza primaria, como también la carencia de maestros diplomados ya que las escuelas enumeradas –expresaba- “atendidas como se hallan por 63 maestros de los cuales 12 tienen título nacional, 12 del Concejo de la Provincia, y ninguno de los 39 restantes, no responden a los propósitos que informaron su establecimiento por deficiente preparación de su personal docente”: Señalaba más adelante que “las condiciones higiénicas de la ciudad, su posición topográfica y la de su departamento, colindante con los de Gualeguaychú, Victoria, Nogoyá y Rosario del Tala, así, como sus medios de comunicación rápidos y permanentes”, recomendaban a Gualeguay para ser asiento de una Escuela Normal, que a no dudarlo, “en un provenir cercano –agregaba- contribuiría de seguro con el núcleo de maestros preparados cuya demanda existe en toda la provincia y no satisfacen las escuelas normales de esa capital y de Concepción del Uruguay”.
Poco después se elevaba el Ministro de Instrucción Pública de la Nación Dr. Juan A. Bibiloni un extenso memorial donde se abogaba por la instalación de la Escuela Normal y se le solicitaba por su intermedio interesar al Poder Ejecutivo ejercido por el Dr. José Figueroa Alcorta en el proyecto para corresponder “ con esa medida el interés colectivo a uno de los más vivos anhelos de los habitantes de esta parte de la provincia”. Le ponía de manifiesto más adelante la deficiencia y el atraso en que se debatía le enseñanza primaria por la falta de personal docente “de vocación enamorado de la enseñanza”, sin diploma ni la preparación necesaria, ya que la mayoría de las escuelas no cuentan con maestros idóneos. “La creación de una Escuela Normal Mixta en esa ciudad –agregaba- no respondería a una necesidad de orden meramente local. Contribuirá desde luego, de una manera eficiente, al desarrollo de la institución normal, a la preparación del mayor número de maestros cuya demanda no satisfacen las dos escuelas en su género existentes en Paraná Y concepción del Uruguay y en un próximo futuro podrá ofrecer nuevos educadores, nuevos delegados de la nobilísima misión de la enseñanza, con suficiente vigor y riqueza intelectual para difundirla y prodigarla hasta el nivel de la cultura necesaria al pueblo de Entre Rios”. Recalcaba después la importancia económica, los intereses comerciales e industriales de Gualeguay, los que hacen imperioso –sostenía- un colegio de segunda enseñanza.
En agosto del año siguiente –1908- el presidente de la comisión popular, Dr. Marcó renovó, después de un año de silencio al nuevo Ministro de Instrucción Pública, Dr. Rómulo L. Naón, el petitorio del año anterior enviado a su antecesor Dr. Bibiloni, a la vez que se remitían a los Diputados Nacionales de Entre Ríos los fundamentos del pedido enviado al Gobierno Nacional. El Dr. Naón acogió favorablemente el anhelo de los vecinos de Gualeguay, aconsejando al respecto la nacionalización de la Escuela Graduada Mixta Provincial que hacía tres años funcionaba en la ciudad según se ha visto, agregándole los cursos normales.
En vías ciertas de cristalizar la creación, dispuso el ministro el envió de un inspector a fin de que recogiera los datos necesarios.
La Comisión, con el ánimo de secundar las tareas del anunciado inspector, acordó confeccionar planillas estadísticas con datos que a su juicio pudieran servirle de referencia y disponer el ánimo del inspector a favor de la creación (los datos estadísticos recogidos por la comisión establecieron la existencia en Gualeguay de una población escolar de aproximadamente 6.000 niños de quienes se había inscripto en el período lectivo 1908, sólo 3.500 atendidos en 36 escuelas por 70 maestros de los cuales solamente 28 poseían títulos nacionales o provincial).


V
Celestino Marcó y Felipe Alvelda.

El 25 de agosto de 1908 arribó a Gualeguay el inspector esperado. Su llegada fue doble motivo de expectación por las funciones que venía a cumplir y por su relevante personalidad, pues se trataba nada menos que el eminente educador Leopoldo Herrera, hijo de entre Ríos.
La comisión adhirió al proyecto del ministerio de instrucción Pública de nacionalizar la Escuela Graduada Mixta provincial y agregarle los cursos normales y en ese sentido se dirigió al Ministro de Hacienda Provincial Dr. Prócoro Crespo. Lo propio hizo el comisionado escolar D. Carlos Almuni. Como Herrera regresaría al día siguiente a Bs. As. el Dr. Marcó urgió la respuesta, invocando el patriotismo del Sr. Ministro y “las ventajas notorias del proyecto”. La solicitud fue de inmediato acordada. El Director de Enseñanza D. Manuel P. Antequeda autorizó al Sr. Almuni para hacer el ofrecimiento oficial al Ministerio Nacional.
Mientras el Congreso Nacional estudiaba el presupuesto para el año 1.909, el presidente de la comisión se dirigió telegráficamente al Ministro Naón solicitándole bregara ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados por la inclusión en las respectivas planillas, de la partida necesaria para efectuar la nacionalización proyectada de la escuela superior de Gualeguay, para que así, en 1909, pudiera empezar a funcionar la Escuela Normal. La respuesta ministerial no se hizo esperar como era previsible, ya que le Ministro Naón había tomado con especial interés el proyecto, manifestando que le sería “grato tener presente el pedido”, agregando que si no lograba incluir la referida partida en la ley de presupuesto se atendería la nacionalización con otros recursos.
Por fin, el 15 de febrero del año siguiente, el Dr. Marcó anunció al Pueblo de Gualeguay la feliz culminación de la iniciativa, agregando que ha comienzos de marzo era posible la iniciación de las clases con los cursos normales establecidos, así como adelantaba el nombre del futuro Director, el Profesor Felipe Luis Alvelda, y refería que ya estaba confeccionada la lista del personal docente que ocuparía las respectivas cátedras, aunque aún no se conocieran lo nombres.
El Gobierno Provincial resolvió, por especial pedido del Ministerio de Instrucción Pública de la Nación, hacerse cargo de sostenimiento por el primer año, del curso de aplicación, ampliado con la creación de nuevos grados, como lo venía haciendo, mientras que el ministro nacional costearía los cursos normales, hasta que se incluyera toda la escuela en el presupuesto.


VI
El inicio. Los primeros alumnos.

El 8 de marzo se dictó el decreto creando la Escuela Normal y designando personal directivo, de administración y docente. Se resolvió asimismo, que de ser posible, las clases dieran comienzo el 16 de marzo.
Casi, simultáneamente, el Ministerio autorizó al Sr. Alvelda a invertir hasta quince mil pesos en la adquisición del mobiliario y útiles para dotar convenientemente al nuevo establecimiento.
En marcha ya la escuela se declaró abierta la inscripción y se fijó el día 17 de marzo para que se rindiera el examen de ingreso. En el tiempo que llevaba funcionando la escuela superior graduada que pasaba a depender del gobierno nacional, habían egresado 60 educandos, por lo que anticipaba un elevado número de inscriptos. El 18 de marzo, un día después del anunciado, comenzaron las clases, con 29 alumnos anotados.
Los primeros 29 inscriptos fueron: Isolina Alarcón, Leopoldina Alvárez, Antonio Arena, Olivia Barozzi, Sara Barroetaveña, María Caccia, Paula Castagnino, Julia Rosa Cúneo, Isabel Díaz, Teresa Elizaran, Elvira Etcheverry, Blanca Rosa Fabani, Mateo Fabani, Malvina García, Mariana Griecco, Laura Hereñú, Virginia Jurado, María L. Laporta, Rodolfo Lavedra, Argentina Medina, Dominga País Garay, María Luisa Petre, Jacinto Quian, Paulina Ricou, Eulalia Sabboni, María Antonia Zaballa, Matilde Zincuneguy, María Ester Maggio y Virginia Beherán. Se inscribió posteriormente Francisco Herrero.
Si bien la población celebró alborozada el acontecimiento, fruto de sus esfuerzos y merecimientos, no pudo entrever la trascendental proyección que de la nueva institución educacional alcanzaría en el ámbito local y provincial. Ya que a los pocos años la Escuela Normal de Gualeguay, cobró justificado prestigio por al reconocida idoneidad de su cuerpo docente, y supo preparar legiones de maestros que honraron al magisterio argentino.
Aún faltaba iniciar los cursos de segundo año los que comenzaron a funcionar con regular número de alumnos el día 31; los jóvenes provenían de localidad vecinas y aún de Concordia.
Queriendo ayudar al mejor éxito del flamante establecimiento, asegurando el mayor número de alumnos el Concejo Deliberante decidió acordar dos becas para facilitar los estudios a quienes careciesen de recursos. A estas primeras becas debemos agregar otra instituída por la Sociedad Protectora de la Educación y niños desvalidos y veintisiete que al año siguiente acordó el Gobierno Nacional. Un grupo de vecinos resolvió costear otra.
La Municipalidad, deseosa de hacerse presente con su aporte a la creación de la Escuela Normal, y colaborar con las autoridades, decidió tomar a su cargo la instalación eléctrica y el arreglo de los patios y los jardines, prometiendo cualquier concurso que fuera necesario.
A poco de andar surgió un problema, que si bien no afectaba inmediatamente las tareas de la escuela, lo haría en el futuro; la poca capacidad del local para dar cabida en los años siguientes a los nuevos cursos sin contar la falta de aulas donde establecer los gabinetes de física, historia natural y química que eran indispensables, ni donde dictar las clases de labor, economía doméstica, dibujo e instalar la biblioteca, el salón de música, sala de profesores, etc., más aún cuando el número de alumnos entre el curso de aplicación y el normal sobrepasaba los 400. Tomó carta en el asunto la comisión “Pro intereses departamentales” resolviendo el día 2 de junio dirigirse a D. Manuel P. Antequeda, Presidente del Consejo de Educación de la Provincia –no olvidemos que el edificio pertenecía al patrimonio provincial- solicitándole la ampliación de la misma. Más tarde, como veremos más adelante se amplió considerablemente con la incorporación de nuevos terrenos y comodidades.


VII
La casa se agranda.

Los primeros ordenanzas con que contó la escuela los costeó la Municipalidad. El 7 de mayo se dispuso pagarles 70 pesos mensuales. Fue también la comuna quien mandó el 19 de julio instalar campanillas eléctricas a la vez que el Ministerio ordenaba la segunda erogación para dotar a la escuela de útiles y herramientas. Se trató de 72.50 pesos a los que debemos sumar los 253,50 que se gastaron en la adquisición de un juego de sillas para el escritorio del Director.
Así, poco a poco fue creciendo el nuevo establecimiento y bien pronto caló hondo en las entrañas de la ciudad hasta ser hoy parte fundamental del ser social gualeguayense. Amplió el número de alumnos de divisiones, anexó bachillerato y comercial, éste separado luego; se fueron asignando los necesarios gabinetes, una valiosa biblioteca, salón de actos y el material necesario para todas las asignaturas.
El edificio que ocupa la Escuela Normal fue mandado construir en 1904 por el Gobierno de Entre Rios en un terreno donado por la Municipalidad, para que funcionase allí la Escuela Graduada Mixta. Dirigieron los trabajos los constructores Sres. Hermindo y Aristodemo Zamboni de la vecina ciudad de Gualeguaychú y su costo fue de 76.700 pesos. Terminado el edificio fue inaugurado, según lo hemos visto el 25 de marzo de 1905.
Resuelto favorablemente por el Gobierno nacional el proyecto de creación de una Escuela Normal en Gualeguay y aceptada la sugerencia del Ministerio de Instrucción Pública formulada por el intermedio del Sr. Leopoldo Herrera de nacionalizar la Escuela Graduada, agregándole los cursos normales, el edificio quedó bajo la custodia de la Nación; poco más tarde pasaría al dominio de esta.
El 26 de noviembre de 1910 el Gobierno de la Provincia decidió por ley N 2309 vender a la Nación el edificio que ocupaba nuestra escuela, como así también los que ocupaban las de Gualeguaychú y Concordia. Ante la sanción de la mencionada ley, el Sr, Ministro de Hacienda de la Provincia había celebrado un contrato ad-referéndum con el SR. Alfredo Villalba, director de la Escuela Normal de Gualeguaychú en representación del Poder Ejecutivo Nacional, según el cual la Provincia vendería a la Nación los edificios que ocupaban las referidas escuelas.
El 12 de septiembre de 1910 el Congreso Nacional aceptó mediante ley 7.064 el contrato que había merecido la conformidad del P. E. Por decreto del 11 de febrero del mismo año y que aceptaría la Legislatura Provincial por medio de la recordada ley 2309.
El 13 de marzo de 1911 quedó formalizada la venta de los tres edificios citados a la Nación por un valor de 494.800 pesos. De ellos 102.30466 correspondieron al precio pagado por nuestra escuela. representó al Gobierno de la Nación y como tal firmó la correspondiente escritura, el Rector del Colegio nacional de Paraná, D. Alfredo E. Moore.
Como hemos recordado en otro lugar el local resultaba pequeño para el normal desarrollo de las tareas de la nueva escuela, por lo que la “Comisión pro-intereses departamentales” gestionó ante el Gobierno de la Provincia su ampliación. La Municipalidad que tan valiosa como generosa cooperación prestó para la creación de la Escuela, haciéndose eco de las necesidades del nuevo establecimiento, decidió adquirir media manzana vecina y donarla para tal fin. Con tal propósito el P.E. celebró contrato de venta ad-referéndum del Concejo Deliberante con el Sr. Juan B. Piaggio y la Sra María Gatta de Spátola y sus hijos Miguel y Cristino. El 23 de junio, el Concejo le dio su aprobación, autorizando al mismo tiempo al Presidente de la Municipalidad para elevarlo a escritura pública y cederlo después al Concejo Nacional de Educación de quien dependían las escuelas normales desde el 21 de diciembre de 1910, excluyendo lo edificado. El artículo cuarto de la ordenanza que nos ocupa, expresaba que aceptaba la donación, se autorizaría el cierre de la calle Córdoba entre Paraná y Gualeguaychú y el levantamiento del empedrado existente. La Sra. de Spátola propuso posteriormente incluir en la venta lo edificado, lo que aceptó el Concejo el 26 de junio a condición de que el Concejo Nacional de Educación sufragara los 2.000 pesos correspondientes.
La escritura fue firmada el 29 de agosto.
El 11 de octubre del año siguiente el Concejo ratifica la autorización al Intendente para donar los terrenos contiguos a la Escuela Normal conferida con anterioridad previa aprobación de la Legislatura de la Provincia, que la acordó el 30 de octubre.
Ya el 27 de junio anterior, el Intendente Joaquin R. Crespo había escrito al Presidente del Consejo de Educación de la nación, Dr. José María Ramos Mejía comunicándole lo resuelto por la Municipalidad. El 29 de septiembre suscribió la escritura el Dr, Ramos Mejía aceptando la donación, a la vez que autorizaba para que la reciba en nombre del Consejo al Director de la Escuela Prof. Luis Felipe Alvelda. Munido del correspondiente poder el Sr. Alvelda aceptó la donación y firmó la escritura el 29 de julio de 1913 ante el escribano D. Carlos J. Burgos, quedando desde entonces incorporado al patrimonio nacional la manzana otorgada por el municipio.
Algunos vecinos solicitaron la apertura de la calle Córdoba, pero el Consejo no hizo lugar al pedido, más aún autorizó al Intendente D. Domingo Jiménez a iniciar las gestiones necesarias ante las autoridades correspondientes para que en los frentes sur y norte, tapiados, se colocaron rejas de hierro y se construyeran aceras lo que se hizo poco después...” (1)

Vico, Humberto. Historia de Gualeguay. Tomo I. Pag. 269-286.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Conmemorando el Centésimo Aniversario de nuestra Institución

Tenemos el agrado de invitar a Usted, a la Cena que, con motivo de "cumplirse los 100 años de vida de la Escuela Normal " se llevará cabo el día 13/03 del corriente, a las 22:00 horas, en Club Sociedad Sportiva , de nuestra ciudad.
Esperamos contar con su presencia.
Las tarjetas para dicho evento se podrán adquirir en el Establecimiento, en la oficina de Tesorería a partir del lunes 16 del cte. en el horario de 08:00 a 11:00 hs.
Costo del cubierto: $50

Palabras del Profesor Héctor Darío Jaime

A María Elena Pérez Petre.... quien debió corregir estos manuscritos.

A Edgardo Barrera...quien fue forjador y protagonista de la historia grande de esta Escuela.



Debo decir...

“... Muchas veces tembló mi mano y tú lector, sentirás conmigo la emoción que suelen traer los recuerdos, dejarás de leer un instante, entrecerrarás los ojos y te lanzarás a un vuelo fantástico, echando a andar hacia el ayer tuyo y mío...”
Profesor Humberto Vico.
Historia de Gualeguay. Tomo II.


Sentimiento. Emoción. Pasión. Estos primeros 100 años de nuestra Escuela encierran algo de ellos. O tal vez todos.
Voces que desde siempre parecen guiar el derrotero hacia un futuro incierto y a la vez desafiarlo con trabajo y humildad.
Voces que desde la mismísima historia entrañable de tus claustros y pasillos resuenan y nos emocionan, haciéndonos mudos testigos contemporáneos y protagonistas de ser forjadores de espíritus jóvenes.
Voces que traen luz sobre la oscuridad, conocimiento sobre desazón, esperanza sobre desconcierto y humildad y sabiduría sobre desesperanza y miedo.
Voces de otros –que ya no están- que estuvieron antes de nosotros y forman parte de nuestra historia, la que debemos cuidar y hacer honor a ella.
Voces que regaron con su sabia momentos amargos y con su clarividencia fantástica y solidaria lograron momentos de esplendor de este viejo – nuevo edificio.
El hoy es la consecuencia del ayer. Principio rector de la historia en la vida de los hombres. Nada se hubiera podido conseguir ahora sin antes recorrer las raíces profundas de los principios que han regido a lo largo de todos estos años esta Escuela.
Sentimiento. Emoción. Pasión.
Tres palabras que encierran tal vez la vida misma.
Tres palabras enormes y fantásticas que nos recuerdan a cada instante lo que otros construyeron, pero que aún hoy, como hace 100 años, sigue en pie.

martes, 10 de febrero de 2009

lunes, 2 de febrero de 2009

Información de Interés


Comunicados:

  • La Rectoría de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas "Ernesto A. Bavio" comunica a los interesados que desde el LUNES 09 y hasta el Viernes 13 del cte. sin excepción, se entregarán y recibirán por Secretaría del Establecimiento, sito en el Jardín de Infantes de la Institución, en el horario de 08:00 a 11:00 hs, las solicitudes de permisos de exámenes para alumnos: libres, regulares, previos y equivalencias de los niveles Medio Polimodal. Así mismo se hace saber que las mesas examinadoras y los recuperatorios se realizarán desde el LUNES 23 al VIERNES 27 de febrero.

  • VIERNES 13 de febrero del cte.presentación de los Equipos Directivos de todos los niveles y modalidades.